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Padre Michael M. DeLaney C.S.C.:

“Creo que ha sido un lugar donde como sacerdote he podido entregar mis dones”

“Chile ha sido un lugar donde como sacerdote he podido entregar mis dones”

 

A punto de regresar a Estados Unidos para asumir como nuevo director del Centro de Misión en Notre Dame, el padre Mike hace una pausa para conversar sobre los 8 años que vivió y trabajó en Chile.

portada caluga mike

El padre Michael M. DeLaney C.S.C. proviene de una familia irlandesa católica muy unida, son cinco hermanos, su padre falleció cuando era pequeño y su madre un año antes que se viniera a Chile. “Los papás me enseñaron valores sólidos, como el respeto. Nuestra casa era abierta y siempre había un puesto para quien llegara. He tratado de acoger y estar dispuesto a los demás. No hago muchas diferencias. Siempre he tenido amistades diversas”.

“Nací en un pueblo muy chico en el estado de Nueva York. Hay más personas en el Saint George’s College que en mi pueblo, (bromea) pero es muy lindo. Es un buen lugar para vivir en familia”, agrega. Tiene 16 sobrinos, de los cuales 6 son adoptados, algunos provienen de México y de China. Con sus hermanos mantiene un contacto permanente. Incluso los convenció de tener un grupo de whatsapp.

 

Vocación

“Estudié Economía y Ciencias Políticas en la Universidad jesuita de Georgetown en Washington DC. Era un programa para diplomáticos y también aprendí cuatro idiomas: Portugués, Italiano, Francés y Español. En esa época comencé a pensar en ser sacerdote, pero no en forma tan seria. Mi hermano mayor había estudiado en Notre Dame y así conocí a Santa Cruz. Yo tengo el mejor respeto por los jesuitas, ambas congregaciones tienen cosas muy parecidas, la vida comunitaria, el compromiso con la educación, el compromiso vida apostólica y en ambos, los sacerdotes tienen una muy buena formación. Lo que hizo la diferencia, fue que Santa Cruz era una congregación más chica, donde yo podría conocerlos a todos y ellos a mi. Yo sentí que para mi era mejor estar en Santa Cruz.

Así que tomé la decisión de irme por un año a Notre Dame. Sin compromiso. A probar si servía o no, porque yo nunca pensé que era el prototipo de lo que debía ser una sacerdote…. yo pensaba que tenía que ser piadoso y yo soy muy humano… A los 26 años me di cuenta que el sacerdocio era que para mi la mejor opción. Fue un camino muy bueno, con mucho apoyo”.

 

Chile

“Cuando me pidieron venir a Chile, ya había servido 10 años como Superior de la Congregación en Estados Unidos. A mí siempre me interesó lo internacional. A fines del 2006 vine a Chile a conocer y participé de trabajos de invierno. Mi mamá había fallecido ese año, y me sentí más libre para tomar la decisión. Llegué en marzo del 2007. Siento que llegué a conocer mucho este país, he visto la realidad de Chile y del trabajo de la Congregación… de una forma que me ha impactado mucho. Hemos construido mucho. Profundizando nuestra identidad como colegio de la Congregación, y profundizando con la comunidad, los alumnos y los profesores. En pastoral trabajé esto y ha sido una gracia, un agrado que la comunidad conozca más de la congregación, de los años que llevamos en Chile, de su espiritualidad. Es algo muy importante”.

“He tratado de ser pastor, de compartir el amor de Dios, la compasión. Como sacerdote acompañando a las familias en los momentos difíciles, de cesantía, duelo, enfermedad pero también de celebrar, como el retiro de apoderados de Punta de Tralca. Una actividad a la que siempre fui porque es una celebración de familia, es una experiencia de encuentro”.

 

Fe

“La fe es es el lugar donde la Iglesia y la magia de Jesús pueden entrar. Los sacramentos, especialmente la comunión y la reconciliación, son una invitación para todos aquellos que piden algo en su vida. He intentado que todos se sientan invitados a tener esa experiencia”.

 

Momentos inolvidables

“Recuerdo dos momentos tan bonitos. La misa de pag 4 padre mikeoctubre 2007 en la Catedral para celebrar la beatificación del padre Basilio Moreau y la misa de 2010 para celebrar la canonización del hermano Andrés. Ambas misas estuvieron llenas, con esto yo podía ver el cariño que había hacia la congregación en Chile. Eso me motivó a seguir y hacer lo mejor.

La celebración de los 75 años del colegio fue un momento clave en la historia de la congregación. A la misa asistieron 1600 personas, vinieron 2 obispos, 45 sacerdotes, muchos ex-alumnos sacerdotes de otras congregaciones y diócesis.

 

Iglesia

“Somos una Iglesia local y como Iglesia tenemos que congregar el amor de Dios y la compasión de Dios, de acogida. Yo creo que tenemos que cambiar esa mirada de un Dios castigador. Nunca en mi vida había escuchado que Dios castiga… Yo conozco el Dios que acoge, ama y eso ha sido un camino maravilloso. Y es un camino para todos”.

 

Despedida

“Ha sido un gran regalo vivir en una cultura que no es mi propia cultura, con todos sus desafíos. Te hace más humilde, tienes que pedir ayuda, confiar en los otros. Yo creo que ha sido una muy buena experiencia. Tal vez suene muy típico, yo me he sentido muy acogido por esta comunidad, y creo que ha sido un lugar donde como sacerdote he podido entregar mis dones. Eso no siempre ocurre”.

 

“Voy a echar de menos el sol y el calor de enero y febrero. Extrañaré el encuentro, los abrazos, el saludo de beso, eso es maravilloso. También me había acostumbrado al horario chileno, a no ser puntual… Ahora estoy viendo qué cosas me llevaré… hay muchos recuerdos, personas y momentos que han sido importantes para mi, en los que siento que Dios estaba presente. Yo llevo mucho de esto conmigo, porque me han formado, y no van en la maleta… sino en el corazón”.

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